viernes, 29 de julio de 2016

Honrar a la Mar

En esta oportunidad quiero honrar a la Mar.

Nuestros mares nos ofrecen su belleza esplendorosa; su movimiento continuo; su fuerza incansable; su aullido permanente; pero además, por supuesto, nos ofrecen sus tesoros invaluables: sus frutos. Frutos que el hombre valiente extrae de ese universo colosal, vasto y generoso que es el Mar.

Anochecer de verano en Puerto Pirámides
Quiero honrar a la Mar y a sus frutos con esta cazuela de mariscos que hicimos y disfrutamos con inmensa gratitud.


Lleva una preparación sencillísima, ya que los frutos de mar se cocinan en muy poquito tiempo. Pusimos cebollas y dientes de ajo a dorar en aceite de oliva. Agregamos abundante cantidad de tomates triturados. Condimentamos con sal, pimienta, azúcar, pimentón, perejil picado y una buena copa de brandy. Cuando la preparación esté cocida a gusto, incorporamos los frutos: almejas, mejillones, langostinos, camarones, berberechos, tentáculos y rodajas de calamares.


Cocinamos unos minutos y listo. Lo que sobre después de comer, puede aprovecharse al día siguiente con un buen arroz al curry.
🌊
Para culminar y embellecer esta entrada, quiero compartir una cita de una hermosa novela Italiana titulada "La Casa Redonda" ("La Casa Rotonda") de Adriana Henriquet Stalli. Transcurre en mi Génova ancestral, ciudad portuaria, antigua y legendaria. Como no podría ser de otra manera, describe a la Mar; contemplada y enaltecida con acertadas palabras. ¡Qué lo disfruten!

   "El mar ruge y retumba con toda su violencia, bajo un cielo terso y sol abrasador.

    Es hermosa esta violencia del mar. Corre jadeante en larga cadena, se hincha, se afila, se encrespa en ansias de alturas y de cielo. Sobre la cóncava y lisa pared pasan relámpagos de luz, destellos opalinos, transparencias verdes, deslumbramientos de oro y la cresta ya humea, ya se riza en bucles blancos, ya se derriba en una carcajada fragorosa, en un torbellino de espuma incandescente, que corre sobre el agua, busca, muerde ávida, se abisma, se pierde... y resurge, se rehincha y todavía se lanza, impetuosa hasta que llega al escollo que aflora y que, inmóvil, con ansia, la espera. Entonces la violencia lo embiste, la violencia allí encuentra su alarido más alto y su arrojo busca el último esfuerzo. Su luz es de una blancura inmaculada, ha perdido todo recuerdo de color, ya no es ola, ya no es agua, es una cosa nueva, es tan sólo una salvaje alegría."

El mar en Costa del Este

Les deseo todas las virtudes del mar...  

viernes, 22 de julio de 2016

Polenta con Salteadito Invernal

La polenta: plato de invierno, si los hay...


En Italia, alimento básico desde hace siglos. Leonardo Da Vinci, en sus "Notas de Cocina", insiste en demostrar que la polenta fue uno de los alimento por excelencia durante su época. La diferencia más notoria, es que la polenta en la edad media en Italia era de trigo y no de maíz como la que consumimos habitualmente.


         
Si bien Leonardo fue el más extraordinario y excéntrico personaje, único y creativo por demás, nunca logró darle a la polenta el sabor que agradara a su paladar. Nunca le gustó. Sin embargo, lo que sí logró hacer con ella, es llevarla a su máxima expresión, cosa que nadie pudo ni podrá jamás: creó originales obras de arte. Sí, literalmente. Magníficas esculturas de polenta, servidas en la corte de los Sforza, cuyos comensales medievales no llegarían a apreciar ni comprender de manera alguna.

Pero volviendo a nuestro tiempo y lugar, hoy, mediodía de frío de Julio, hicimos polenta con un salteadito invernal. Una de las tantísimas versiones que circulan por esta casa. Y salió... absolutamente deliciosa.

🍷🍴

Preparar la polenta con 2 partes de caldo de verduras y una parte de leche. Agregar un buen chorro de aceite para que salga bien cremosa y no se formen grumos.

Por otro lado, saltear panceta ahumada, cebolla, ajo y morrón. Condimentar con una pizca de sal, pimienta y orégano. Por último, agregar aceitunas negras adobadas (en este caso, las que preparamos en casa), y un poco de su aceite para perfumar.

Cortar unos dados de mozzarella para mezclar con la polenta y agregar unos trocitos de roquefort por encima para realzar el sabor.  

Una vez emplatado, agregar un chorrito de aceite de oliva para humectar y dar brillo al plato.

Mmmm... panza llena, corazón contento...

¡Hasta la próxima!


 

domingo, 17 de julio de 2016

El Valor del Tiempo

Del árbol a la mesa... Después de 1 mes de dedicación, las aceitunas que recolectamos ya están listas. Este año opté por un proceso diferente y más extenso. La espera bien valió la pena.

Algunos frasquitos para regalar
Todos los procesos naturales llevan su tiempo y las preparaciones también. Desde que el olivo generoso comienza a producir sus frutos en el verano, y gracias al sol y la lluvia, con sus energías dadoras de vida, al cabo de unos meses, podemos recoger los frutos maduros. Así como la naturaleza tiene sus tiempos que no pueden forzarse, también la preparación merece que uno, a pesar del incesante capricho humano, pueda y quiera dedicarle el tiempo adecuado.

Con paciencia. Sin prisa. Sin atropellos. Sin acelerar nada. Respetando al tiempo y sus sabios efectos. Así, después de varios meses de espera, primero de los frutos, luego del proceso de preparación, podemos disfrutar y degustar de un producto sabroso y valioso. El tiempo y nuestra paciencia le dan su valor.

Mientras todo nos pasa con velocidad abismal, por todos los flancos, en un apuro frenético impuesto, nosotros, en casa, generamos un tiempo paralelo. Y esperamos. Sin prisa. Sin atropello. Y con la expectativa y el entusiasmo que el andar más lento nos genera. De esta manera, se prolonga el disfrute y la vida cobra un sentido menos frugal y más duradero.

Tiempo. Pausa. Recompensa.

🌞🌝

Aquí la receta:

-Lavar las aceitunas y realizar unos pequeños cortes a cada una. Ponerlas en remojo por más de 20 días, cambiando el agua todos los días. 
-Preparar una salmuera y colocar las aceitunas por 3 días.
-Enjuagar. Colocar las aceitunas en una mezcla de agua con un poco de vinagre de vino (para darles más sabor a pickle suave: 3 partes de agua y 1 de vinagre. De lo contrario, agregar menos vinagre).
-Escurrir bien. Condimentar y enfrascar. Cubrir con el aceite que nos guste.

Justi concentrada en la preparación
Enfrascando
 Les deseo tiempo, pausa y recompensa 😊.




martes, 12 de julio de 2016

Hígado: ¿Inglés o Italiano?

Los días lluviosos de invierno y de calidez hogareña son ideales para un buen hígado a la Inglesa. ¿O a la Veneciana? Me cuenta Norma Gioconda que Pablo Senior, en sus años mozos, fue marino mercante y cada vez que tocaba puerto Italiano pedía éste, uno de sus platos favoritos. Pero en mi casa de la infancia, siempre lo llamamos "a la Inglesa", como no podía ser de otra manera... 
Por ser una receta simple, sustanciosa y con un buen toque de alcohol, sospecho que lo de "a la Inglesa" le queda mejor...

Dejando ironías de lado, les cuento que para esta receta se necesita rehogar cebolla en abundancia en aceite y manteca, con unos dientes de ajo. Se incorpora 1kg de hígado fresco, sin su cubierta exterior y trozado (tamaño bocado), salpimentado y espolvoreado con fécula de maíz, la cual va a permitir que se forme un espeso y exquisito gravy. 

Dorar un poco y agregar oporto o vino tinto y caldo de carne. Cocinar unos minutos revolviendo y disfrutando de su aroma y su nueva textura a medida que se convierte en un delicioso plato invernal. 
El compañero ideal del hígado es un buen puré de papas, sazonado con sal, pimienta y nuez moscada. 

Para beber, un cabernet sauvignon, un italianísimo chianti o un buen patero criollo, dulce, noble y muy hogareño. Mantel blanco, mantel a cuadros o individual de papel. Todo depende del ambiente que uno quiera crear. 

Como esta comida fue servida ayer lunes, mamá y papá brindamos con nuestro néctar sencillo; las niñas se alimentan y todos disfrutamos de la cocina cálida en una noche lluviosa de invierno. 
     
Ingleses legendarios a la mesa...
King Arthur and the Knights of the Round Table's
Banquet
                                                    E Italia y sus sabrosos alimentos
Veramente bella
Hasta la próxima.

sábado, 2 de julio de 2016

"Amor Amarillo"

Frescura ácida y concentrada, magnífica como el color del sol. Perfume limpio y penetrante. Sus gotas de oro o su cáscara de azar logran producir los postres y bebidas más emblemáticas y sabrosas.

Del lemon pie al limoncello, lemon-champ o sorbetto al limone, mouse, pudding with lemon icing o una simple pink lemonade... todo esto y mucho más, nos lo puede regalar.

Es época de limones.

Cosecha de este año

El limón y el limonero adornan mi jardín y mi cocina, y perfuman la comida y nuestra vida con su presencia inigualable.

Hoy, y después de algunos meses de espera, culmina la preparación de limoncello.

Aquí, nuestra "very own recipe":

Pelar 12 limones y conservar sólo la cáscara amarilla, sin la parte blanca. Colocar en un frasco hermético. Agregar 750cc de vodka. Guardar en un lugar oscuro de 3 a 6 meses.

Cáscaras en vodka

Luego de transcurrido este tiempo, preparar 750cc de almíbar con agua y azúcar. Mezclar los líquidos a gusto ¡y listo!

En invierno, una copita "bajativa" después de comer. En verano, bien frío con una frutilla congelada... Superb!

Para terminar, una de mis rimas que me alegran y me inspiran, y los dibujos que la acompañan:

Lemon

Squeeze it in lemonade,
Sip it in champagne,
Lick it in ice-cream,
Or slice it in iced-tea,
Luscious lemon pie savour.
What a delicious flavour!

De mi cuaderno de rimas y dibujos


 Have a great weekend!

El título de la entrada de hoy es el nombre de un disco bellísimo del gigante Gustavo Cerati. No se lo pierdan...