domingo, 18 de junio de 2017

El Rancho Grande: Afuera, Como en Casa


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Hay lugares donde uno va a comer afuera, pero el efecto es aquel de sentirse como en casa. Son lugares amables, cálidos, donde la comida es casera y suculenta, el ambiente es familiar y sereno. En uno de esos lugares únicos es donde compartiremos el almuerzo de hoy: en Ratthäuser o El Rancho Grande. Afuera, como en casa.

Aquí venía Pablo de chiquito. Aquí viene Pablo ahora con nosotras, su propia familia, la que ha formado con enorme amor y dedicación.  Aquí se entremezclan los sabores, vivencias y sentimientos de ayer y de hoy y, los que con entusiasmo sabremos que vendrán.

Hoy, en el día del Padre, comparto los sabrosos platos caseros de un lugar especial para Pablo y que, además, simboliza a la familia y a su prolongación en el tiempo: los platos del entrañable Rancho Grande se degustan de eslabón en eslabón de nuestra querida familia.

Un domingo de frío y calor de hogar, siempre es bienvenida la propuesta: ¿Vamos a lo de Pichín? Y aquí estamos...

Apenas nos sentamos a la mesa sabemos que nos espera un escabeche de ave
 para ir entrando en clima.

El menú, los detalles, las cabañas y hasta las llaves de las habitaciones que Ratthäuser ofrece para hospedarse nos revelan su impronta suiza. La familia Ponti - Kunsch abrió las puertas del Rancho Grande en 1941.











Una de las cabañas para hospedaje.

Fotos de familia. La misma que hoy nos recibe con calidez de la mano
de Pichin y de su encantadora esposa.

Tercera generación de comensales en El Rancho Grande.



Platillos clásicos y deliciosos, con ese sabor que sólo aquí sabemos encontrar.


Imperdibles empanadas de carne, jamón y queso y verdura. 
Ravioles con Salsa Filetto.



Matambre a la Pizza con Papas Españolas.

Budín de Pan con Dulce de Leche.
¡Feliz día, Papá!


Nuestro día del Padre en Ratthäuser, El Rancho Grande. Parada Robles, Km 76. 💗💗💗💗💗


viernes, 16 de junio de 2017

Guiso de Lentejas, Un clásico Indiscutido

Nuestra vida y la eterna búsqueda de la felicidad... La felicidad se halla en los rincones más sencillos de nuestros días. No hay vuelta que darle. Hoy comparto un almuerzo feliz.

El domingo amaneció frío y radiante. Ideal para emprender una de las actividades de otoño que más disfruto: la poda. Así es. Adoro sentir el frío en la cara y el sol tibio en la espalda mientras me camuflo entre las plantas en mi tarea que, mate de por medio, me ocupa toda la mañana. Y claro, el aire puro y el ejercicio me piden una comida sustanciosa más que merecida.

¡Y vaya suerte la mía! Este fin de semana vino mi mamá y nos preparó un super guiso lentejas para el almuerzo dominical. Y tan radiante fue este domingo que hasta nos dimos el gusto de aprovechar el calorcito del mediodía para comer todos juntos en el rincón del jardín recién podado. Si eso no es la felicidad, me pregunto qué será...

He aquí la receta y algunas instantáneas de un día radiante y feliz.



Para esta receta, se utilizó chorizo de cerdo y pechito de cerdo cocidos a la parrilla el día anterior. Le da el gusto ahumado perfecto al guiso. Rehogar cebolla y ajo (se puede agregar morrón). Salpimentar y echar una hojita de laurel. Luego, agregar el chorizo colorado y panceta ahumada. Una vez desgrasados, se incorpora una botella de tomate triturado, y por qué no, un buen chorro de vino tinto.




 Se ajusta la sazón y se agrega azúcar, orégano y mezcla de especias a gusto. Se incorporan los chorizos y el pechito de cerdo cortados tamaño bocado y 400gs de lentejas previamente remojadas por 8 horas. Se pelan papas (también puede llevar batatas) y se cortan tamaño bocado y se agregan a la preparación. De ser necesario, agregar agua o caldo para se cocinen todos los ingredientes con comodidad.


En cuanto la papa está lista y el líquido redujo lo suficiente, el guiso de lentejas ya está.






El otoño nos espera en la cocina.
Que tengan un hermoso fin de semana🍁🍂🥂



sábado, 10 de junio de 2017

Velada Especial

Toda esta semana me encontró en una búsqueda de sabores que revivieran para mí tiempos que no conocí y que me llenan de curiosidad. ¿Cómo habrá sido cenar en un buen restaurante de aquella Buenos Aires de los 60? ¿Qué platos habrán sido del paladar de aquellos comensales exigentes de pleno siglo 20? Recuerdo los libros de cocina de la época en la casa de mis abuelos. Las fotos, algunos dibujos, la formalidad a la hora de sentarse a la mesa y, tal vez, ese berritín incurable de creer que todo tiempo pasado fue mejor. Aquellos libros, las revistas que allí encontraba mostraban platillos opulentos y señoras y señores elegantes que disfrutaban de la cena con gesto descontracturado pero exigente. Maitre d', mozos profesionales, una mesa bien servida, fuentes y platos de nivel sin dejar un detalle sin atender.

 Toda esta curiosidad me mantuvo, por un lado, interrogando a la abuela Norma Gioconda, quien no se ha privado de vivir intensamente las veladas de la época; y por otro, husmeando por aquí y por allá en busca de ingredientes nobles para nuestra gran velada con cita el sábado por la noche, nada menos que en casa.

Luego de sopesar varias propuestas y de finalmente decidir dejar de lado a uno de los emblemas de los años 60 llamado Aspic, el menú quedó así:

Aperitivo: Pomelo al Jerez.


Plato Principal: Bondiola de Cerdo Agridulce.

Entrada y Guarniciones:
Hongos Portobello Rellenos, Espinacas a la Crema, Manzanas Caramelizadas.

Postre: Castañas en Almíbar.
🍽
Tentador, ¿no?

Primero se prepara la bondiola. De hecho, la cocinó Pablo el día anterior.
Primero, se dora en la olla de hierro.

Una vez sellada, se le agrega 1 litro de cerveza negra.

Luego, se añade miel a gusto.

Y blancos de puerro.

Dejar cocinar con la olla tapada el tiempo que sea necesario, dependiendo del tamaño de la pieza de carne.
🍷
Para los hongos rellenos:
Retirar los cabos de los hongos y rehogar en manteca con ajo picado. Sazonar a gusto. Cuando está listo, agregar perejil picado y una lata de paté de foi. Rellenar los hongos.

🍷
Pre-calentar el horno y preparar una salsa blanca con mucho queso rallado. Sazonar con sal, pimienta y nuez moscada a gusto. Llevar al horno hasta que tomen temperatura y luego gratinar.

🍷
Para las manzanas caramelizadas:
En una sartén con manteca y azúcar preparar el caramelo.

Agregar manzanas en fetas hasta que se vayan ablandando. Agregar oporto, curry y mostaza a gusto.

Hasta que queden así:

🍷
Para las espinacas:
Hervir brevemente las espinacas. Escurrir y picar. Luego saltear con aceite de oliva y ajo. Sazonar con sal, pimienta y azúcar. Agregar crema de leche en cuanto se apaga el fuego y un poco de nuez moscada.

🍷
Para los pomelos:
Colocar medio pomelo en una copa adecuada. Separar los gajos de la cáscara con un cuchillo filoso, pero sin punta para no lesionar la carcasa. Bañar en jerez y espolvorear azúcar por encima.

🍷
Y bueno... por último, abrir un buen vino y poner una bella mesa para disponerse a disfrutar de una velada de ensueño... en casa.

¡Ah! No se olviden de la música. FUNDAMENTAL. Nosotros elegimos un compilado de música clásica en versión contemporánea por The Royal Orchestra.
🥂




martes, 6 de junio de 2017

Onda Verde

En otoño vivimos un bello contraste. Los árboles que supieron ser frondosos y verdes durante el verano, de a poco se tornaron ocres hasta perder su hojas con cada soplido de viento fresco. Pero, sin embargo, los productos que más abundan a la hora de cosechar en la huerta, son los de hoja verde. Acelga, espinaca, radicheta, remolacha, cebolla de verdeo, puerro, pak choi, lechugas varias, y más... Todo verde. Todo fresco.




Y para honrar el verde de la Madre Natura, utilicé varios de estos ingredientes verdes para tres entradas diferentes: una fría, una tibia y una caliente. 

Entrada Fresca:

Ensalada de Atún, Queso ahumado y Verdes:

La ensalada lleva variedad de lechugas: criolla, mantecosa y morada. También radicheta; mezcla de semillas; queso semi duro, ahumado, rallado grueso y atún. El aderezo es clásico: oliva, aceto, sal y pimienta.

Entrada Tibia
Tarta de Verduras y Mozzarella:

Rehogar cebolla, morrón (en este caso usé morrón amarillo para darle color), ajo, blanco de puerro y cebolla de verdeo. Luego, agrego acelga con tallos, blanqueada y cortada; junto con el verde de los puerros y la cebolla de verdeo. Condimento con sal y pimienta negra. Apago el fuego y agrego 1 huevo con dos cucharadas de queso blanco cremoso. Se coloca todo en una base de tarta y se cubre con mozzarella y al horno bien caliente. Lo ideal es servirla cuando esté tibia. De esta manera, logra la consistencia ideal y se realza todo sus sabor.



Entrada Caliente
Sopa de Verduras y Pak Choi:

Esta sopita es muy sencilla, pero tiene un ingrediente estrella que le da un toque muy especial. Se llama Pak Choi y es muy sabroso. La sopa lleva verdeo, puerro, perejil, espinaca, zanahoria y, por supuesto, pak choi.
Pak Choi


















Para darle todavía más sabor oriental, agregar salsa de soja a la sopa.



Tres entradas y mucho, pero mucho verde para colorear el ocre reinante.



Buena semana.