miércoles, 11 de mayo de 2016

Hoy: Guiso de Bacalao

Desde mi ventana
   Sin lugar a dudas, el otoño resulta una estación insuperable: el follaje está encendido. Los tonos dorados fulgurantes me estremecen desde que abro mi ventana. Éste ánimo se prolonga mientras camino por mi barrio. Admiro con fruición el paisaje, porque sé que en pocos días ya será otro. La combinación de colores semejante a la del bronce brillante, el cobre centellante y la brasa ardiente, salpicados de los últimos destellos verdes, otra vez me hacen soñar con la cena otoñal que hemos de degustar.

Liquidambar

Paleta de colores otoñal

Liquidambar

Fresno

   Nuevamente, el sabor indiscutido del mar en nuestros paladares. El dorado de los garbanzos, la cebolla rehogada, la papa, la batata y el ajo; las anaranjadas rebanadas de zanahorias; el rojo fulgente del morrón y del tomate, serán el marco que abrazará un sabrosísimo bacalao. Así es: una noche de
otoño y un guiso de bacalao de la abuela Norma Gioconda.

Bacalao en agua para hidratarlo
   INTENSO. 
   Se nutren mis entrañas con  cada bocado de penetrante sabor a mar. A mar conservado para la ocasión deseada. A mar atrapado en la sal que lo envuelve y que lo protege hasta el momento de disolverse en nuestra olla, para luego pasar a través de nuestros labios. El aroma que estalla en la cocina es el aroma del mar abrigado de otoño. Un aroma de antaño, que se hace vivo y contemporáneo hoy, en nuestra mesa familiar de Lunes.  


   Para el anecdotario... Durante la segunda guerra mundial nuestro país vivió sus coletazos, a veces de manera explícita, otras veces no tanto.
   La abuela Norma Gioconda, autora de este sustancioso guiso, vivió en la ciudad de La Plata durante su tierna infancia en la época de la guerra. Según nos cuenta, al ser ésta una ciudad portuaria, en un país ligado a Italia, España y vinculado con Alemania, ciertos anocheceres apagaban totalmente a la cuidad ya que, al igual que en Europa, las luces artificiales no brillaban: se ensayaba el "blackout". 
   Nos cuenta que los automóviles, en dichas noches de blackout, circulaban con parches en forma de cruz en sus focos para aplacar la luz. Y cuando los apagones inesperados y abruptos se suscitaban, y mientras el almacén de Don Frigerio seguía abierto, Normita Gioconda de 5 años y sus amiguitos, corrían en la oscuridad hacia él a robar y comer a escondidas unos intensos y preciados bocados de bacalao de las valiosas piezas que Don Frigerio tenía exhibidas... 

¡A Comer!
  Puedo imaginar a Don Frigerio en mi mente... Puedo imaginar ese almacén, con sus jamones y bacalaos colgados, desplegando su aroma a Europa y a sal. Imposible no tentarse...

Have a great week.



2 comentarios:

  1. Los colores del otoño... para cocinar y pintar !! Hoy hice un invento con lo que tenia en la heladera.
    Pique media pechuga, la rehogué con las verduritas para sopa ( las del verdulero ,bien cortaditas)Y la magia!. en una fuente rectangular !! Capas de zapallito largo bien fileteado, mozzarella, el rehogado y así una y otra vez. Al final salsa y un toque de Ketchup. Al horno bien calentito y mmmmmmmmmm sano ,rico y con calorías!.. Buen fin de semana.

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    1. Excelente!!!! La inspiración en la cocina es lo mejor!!!! 👌💖😊

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