miércoles, 13 de abril de 2016

Special, Spicy Marmalade

   La preparación de conservas es una actividad culinaria que me fascina llevar a cabo. Cada año, al final del verano, comienzo a clasificar frascos y a organizar mi amplio especiero. La cocina tiene ciclos, y este, resulta uno de mis favoritos.
   Si bien suelo comenzar esta actividad en febrero, la preparación de conservas en casa se extiende hasta entrado el otoño. Berenjenas en escabeche, ajíes en vinagre, algunas mermeladas de estación y chutney (que estacionaré para consumir a mediados de otoño y durante todo el invierno) están en la lista de las primeras conservas del año. Más adelante, vendrán los quinotos (de nuestra propia planta) en almíbar y al whisky, mandarinas también en almíbar y licores de cítricos varios, incluyendo el clásico de limón (también de nuestra planta), of course. Finalmente, llegan las aceitunas que recogemos cerquita de casa y preparamos en aceite o en salmuera.
   Hace poquito, preparé una mermelada muy especial, ya que, si bien me quedé con algún frasquito, la preparé con la intención de regalar. Regalar una conserva, para mi, es regalar un pedacito de mi hogar y mi cultura culinaria.
   En este caso, es la cultura Inglesa la que le da un toque distintivo a mis mermeladas, herencia de mi adorada abuela materna, Granny, quien no concebía la cocina sin sus especias. Cakes, muffins, biscuits, pies, puddings... todos llevaban canela, clavo de olor, jengibre y nuez moscada, indefectiblemente.

Special, Spicy Marmalade.

Para esta mermelada utilicé:
Fruta: peras, duraznos, duraznos blancos y pelones.
Especias: canela, clavo de olor, jengibre, nuez moscada.
Azúcar blanca.
  • La preparación comienza al anochecer, lavando bien la fruta en la canilla y desprendiendo parte de la cáscara con las manos. No es necesario sacar toda la cáscara, al contrario.
  • Cortar la fruta en cubos pequeños. Descartar corazón y carozos.
  • Colocar una capa de fruta en la olla y cubrir con azúcar. Repetir el procedimiento, terminando siempre con azúcar. 
  • Agregar las especias y mezclar. La canela puede usarse en cantidad (una cucharada o más). El resto de las especias deben usarse con discreción. Recomiendo una cucharadita de clavo de olor molido, una pizca de jengibre molido y un poco de nuez moscada rallada en el momento. La cantidad de especias podrá regularla el cocinero en próximas preparaciones.
  • Dejar reposar hasta la mañana siguiente. (en la heladera si es una noche calurosa).
A la mañana comienza el mejor momento: la cocción. La cocina se endulza y ya todos preparan la cuchara. Pero falta.
  •  Llevar la olla a fuego fuerte hasta que hierva y luego bajarlo a moderado para que cocine a una buena temperatura, pero sin que se queme. Revolver frecuentemente con cuchara de madera.
  • Cuando haya pasado cerca de una hora, la preparación ya debe haber espesado. (Se puede llevar una cucharadita de mermelada a un plato y enfriar. Si se forma un surco al pasar en dedo por la mermelada, ¡ya está!). (Si uno cuenta con un termómetro de cocina, se puede chequear que haya superado los 100 grados).
  • Finalmente, enfrascar en recipientes limpísimos con alcohol, cerrar para que haga vacío y pasteurizar para poder conservar fuera de la heladera. (hervir los frascos por lo menos 5 minutos).


   Ojalá prueben esta bella receta que endulza y perfuma los desayunos y meriendas familiares. No hay nada más bello que un frasco lleno del amor de mamá. O de papá. O de quién se atreva a prepararlo.

Que tengan una hermosa semana.


4 comentarios:

  1. que buena receta!!!!!! la voy a probar Ceci graciasssss

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  2. Aunque no es la epoca, vere que consigo para hacerla!!

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