domingo, 18 de diciembre de 2016

El Valor de Una Tradición

¿Qué es lo que lleva a las personas a crear una tradición? Primero, les lleva tiempo, lleva muchas generaciones. Este tiempo conlleva amor y constancia. Y, además, lleva un esfuerzo progresivo, pero de esos esfuerzos que valen la pena vivir, porque sabemos que los buenos frutos están garantizados.

 Hay tradiciones que trajeron nuestros ancestros de lejanos continentes. Hay tradiciones que nacieron en esta tierra Argentina. Todas ellas, juntas, fusionadas y transformadas, nos revelan nuevas tradiciones año a año. Hay otras que muchas familias tenemos en común, y están las que nacieron en el seno de una única familia.

Se acerca la Navidad, y muchos de nosotros, ya sabemos lo que vamos a llevar a nuestra mesa para compartir y degustar. Tal vez esa fecha, sea la única en todo el año en que nuestro paladar sienta ese sabor, y nuestro corazón responderá a la par: ese sabor que se disfruta una vez al año y que exalta nuestro corazón, sabe simplemente a la Navidad y nada más.

Pequeñita villa europea con trencito eléctrico en la chimenea

En casa, sé que mi hogar tendrá el inconfundible aroma de los jazmines que nuestra planta preparó durante todo el año para nosotros. Ese es nuestro aroma a Navidad. Sé que también tendrá olor a canela y vainilla, porque encenderé las velas que darán calidez y aroma al ambiente de celebración.

Velas, farolitos, luces y el Niñito en el centro del Hogar

En casa, sé que nuestra chimenea se transformará en una pequeñita villa europea con su trencito cargado de regalos que circulará sin cesar entre casitas, cabañas y pinos iluminados. Sé que en el centro estará la imagen del niñito salvador que trae la esperanza al mundo entero.

En casa, sé que las luces de colores titilarán al ritmo de villancicos y melodías de swing navideñas.

Y en casa, sé que no faltarán al festín los huevos rellenos, el melón con jamón, el vitél thoné, el fiambre panqueque, el matambre de cerdo arrollado, la exhuberante pavita rellena, el helado con frutas secas y frutas frescas, la sidra dulce, los turrones y otros pequeños manjares para compartir con nuestros seres queridos.

The turkey
The remains of the turkey
La tradición nos ofrenda esa paz y seguridad de que siempre volverá y de que nos reencontraremos con esos platillos y sensaciones especiales: sensaciones y sabores que solamente disfrutaremos una vez al año.

 Aquí, dos de las recetas:

La Pavita. Receta de la abuela Norma:



Los Huevos Rellenos. Receta de Mamá:


Desde nuestro hogar en Fátima, les deseamos una muy feliz Navidad a todos los lectores y seres queridos de "We Cook".

¡Gracias por la compañía🎄🎇🥂!

viernes, 2 de diciembre de 2016

El Color y la Pasión de la Primavera

Frutillas, cerezas, arándanos, frambuesas y moras. Bellas por donde se las mire. De intensos jugos. De color pasión. Las frutas de la primavera están en su esplendor y nos regalan su belleza intensa, dulce, ácida y refrescante.

Si, claro, estas frutas despiertan pasiones... ¿Quién puede resistirse al color vibrante y al aroma fragante y dulzón de un simple cajón de frutillas expuesto en la vereda? ¿Quién puede resistir la tentación de arrancar un puñado de moras de un árbol de ramas pandeadas por el peso de sus frutos?

Estás atractivas frutas nos invitan a la creatividad y al disfrute.  Nos invitan a preguntarnos con qué vamos a acompañarlas y, por sobre todo, con quién las vamos a compartir. ¿Hacemos una tarta fresca o las licuamos con mucho hielo y azúcar? ¿Las combinamos con mousse de limón o las fundimos en un colorido trajo largo? Hay tantas posibilidades para disfrutar...

A mi me divierte salir por los campos o por la vera de los caminos a recoger las moras silvestres con mis niñas. Boquitas y deditos morados al final de la expedición y... alguna que otra ropita también... ¿Pero, quién nos quita el placer de paladear éstas frutas de pasiones permitidas, directo de su fuente de vida original? ¿Y, quién nos borra del arcón de nuestros recuerdos entrañables aquella tarde de primavera a la vera del camino recogiendo, felices y despreocupados, las dulces moras de estación?

¡Cuántas interrogantes nos abren las bonitas frutas apasionadas! Aquí comparto algunas propuestas y momentos que me han brindado, dulcemente, con su pasión, su color y su jugoso sabor las más bellas de las frutas.

👉Frappé de moras y frutillas, y licuado de frutillas y arándanos para merendar con las familia bajo nuestro árbol preferido.
Mi preciosa Justina disfrutando de su licuado de
frutillas y arándanos

Moras y frutillas con un toque de banana bien frappé

👉Mouse de Limón con un puñado de frutillas, arándanos y cerezas, chocolate rallado, unas hojitas de menta (con el opcional chorrito de limoncello), bajo la sombra de una galería fresca, con amigas del alma y de la vida.

👉Un traguito corto con limoncello, licor de menta y frutillas. O simplemente el limoncello con arándanos y frutillas. Resultan un delicioso bajativo, después un asadito con amigos en un mediodía de sol.


Los invito a preguntarse, a elegir, a soñar el "cómo" y el "con quién". Ustedes sabrán.

¡Buen fin de semana!
(A vivirlo al sol y a acompañarlo con frutas y mucha pasión...💖🍹🍒🍓🍇🌴)

jueves, 24 de noviembre de 2016

Berenjenas en Escabeche

Aubergine. Eggplant. Berenjena. Melanzana. La llame como la llame, por favor, que no falte en mi cocina.

En casa consumimos este bello y versátil vegetal de maneras muy diversas que, de solo pensarlas, se me hace agua la boca... entre las preparaciones que realizamos con berenjenas puedo destacar los Spaghetti alla Norma y la Lasagna de berenjena. Podemos prepararlas en chutney, en milanesas, grilladas y ahumadas a la parrilla, o un clásico de clásicos: las berenjenas en escabeche que estoy preparando hoy.

¡Me encanta llegar a casa con  hambre y saber que tengo un frasco entero de berenjenas en escabeche! Lucky me!

En una rodaja de pan tierno y crocante coloco una "feta" de carne que sobró del asado y las berenjenas "on top": una delicia... peeeero, voy a tener que esperar unos 15 días para darme este gustito ya que, como todo lo bueno, necesariamente lleva su tiempo de maceración y fusión de los sabores propuestos en el frasco. Lo lindo es hacerlas en cantidad porque salen tan ricas que, en un santiamén, ya nos quedamos sin nuestro preciado "boccato di cardenale".

Recuerdo que, de chica, mi papá preparaba grandes frascos herméticos de berenjenas y ajíes en vinagre para consumir durante todo el año. La cocina se llenaba de tablas, condimentos y frascos por doquier que, luego de una ardua tarde de labor, quedaban orgullosamente exhibidos en las repisas del comedor diario. La inevitable espera de la apertura del primer frasco contaba, al menos, con la posibilidad de posar la mirada contemplativa sobre esos bonitos y potencialmente exquisitos ornamentos comestibles...

Ahora, aquí estoy. En mi cocina. Con mi puñado de tablas, condimentos y frascos. Primero herví las berenjenas en agua y vinagre blanco en partes iguales, con una cucharadita de sal gruesa y, cuando las sentí tiernas (pero firmes, sin que se deshagan), las coloqué en un colador a escurrir con un peso encima.


Allí quedarán por el resto de la "hora de la siesta" para luego ser acomodadas en capas en cada frasco. Sobre cada capa de berenjenas irá la combinación de sabores que a nosotros nos gustan: ajo fileteado, granos de pimienta negra, una pizca de ají molido, orégano y laurel.


Cuando la última capa de sabores llegue a la boca del frasco, lo llenaré de aceite hasta taparlas.


Cerraré el frasco, y me sumergiré en la deliciosa espera contemplativa que me premiará con su sabor hogareño y sin igual.


Ojalá las prueben y les gusten tanto como a mi.

¡Que disfruten de una bella semana!

jueves, 17 de noviembre de 2016

Minuta Deliciosa

Esta "mini-paella" fue preparada en 15 minutos y, de minuta, no tiene nada más que la velocidad con que se preparó. ¿El sabor? Delicioso.


Es miércoles y se nos fue la hora haciendo cosas. ¡De repente son las 9! (En casa solemos comer temprano...) ¿Qué hacemos? No hay nada planeado. En la ciudad, la opción del delivery surge de inmediato. Donde nosotros vivimos, mmm... no es tan fácil.

Pablo se mete en la cocina, otea alacenas y freezer, y anuncia: despreocupate, a las 10 están en la cama. Confiada, me voy a empiyamar a las nenas. Mientras tanto, en la cocina, Pablo sin prisa, pero sin pausa arranca con este arroz que les prometo que es sencillísimo y exquisito a la vez.

Rehoga cebolla y morrón. Dora el arroz y unos dientes de ajo. Cocina con caldo de verduras bien caliente mientas revuelve. Condimenta con sal marina, pimienta negra y curry. Unos minutitos antes de que esté listo el arroz, agrega un puñado de langostinos, otro tanto de mejillones y arvejas. Al ratito, nos llama a comer.


Y ahí estamos, disfrutando de la mágica alquimia de nuestra cocina versátil y familiar. Un lujo diario que todos nos podemos dar, "with a little bit of love" 💖🍽.

sábado, 12 de noviembre de 2016

Pizza. Argentina.

Si hay algo en este bendito país en el que habito que se come rico, mucho,variado y bien es la Pizza. Sí, sí, Señoras y Señores. La pizza no es solamente Italiana.

Los Italianos que tomaron los buques hacia América y anclaron en el continente verde para echar raíces, trajeron consigo esta comida que ya es legendaria y tan argentina como el mate. La pizza viajó con cada italiano por doquier. Es por eso que en países como Canadá y Estados Unidos (naciones de inmigración italiana por excelencia), también podemos encontrar sus propias versiones de pizzas.

¿Pero qué decir de la pizza porteña, por ejemplo? En la ciudad de Buenos Aires, bella y terrible como ella misma, se comen pizzas de variedades casi infinitas. ¿Su calidad? Simplemente fantástica, única. Hasta existe un recorrido turístico anual que recorre las pizzerías más distintivas de nuestra ciudad capital. Tienen ese nosequé, como todo lo distintivo de nuestra cosmopolita ciudad portuaria.

Pero en cada hogar de nuestro país entero, la pizza es un infaltable en un menú cotidiano. La creatividad y el gusto argentinos, las hacen finitas, a la piedra, a la media masa, con o sin gluten, la clásica de muzza, la de jamón y morrones, la fugazzetta, la canchera, a la mesa o "de dorapa", grande, chica, por porción ¡o hasta por metro! También las hay con diversos quesos, condimentos e ingredientes coloridos como el arco iris. ¡Qué lindo se come en mi país! Somo únicos e irrepetibles. Quien quiera oír que oiga y quien quiera probar, también. ¡Arriba la pizza argentina!

Debo reconocer que amasar no es mi fuerte ¿Además, para qué hacerlo? Donde yo vivo, en Fátima y en el pueblo vecino, Manzanares, se pueden comprar las prepizzas más ricas. En Fátima, en la panadería "La Elegida", preparan entre otras, las que nos gustan a nosotros: hechas con aceite de oliva y bien finitas. En Manzanares, en la caserísima fábrica de pastas artesanales "La Tavolata", las preparan con generosa cubierta de salsa de tomates casera y sencillamente deliciosa. Con estas masas de lujo a nuestro alcance, colgamos el palo de amasar y dejamos volar la imaginación en el armado de las pizzas que más nos gustan. Aquí les presento una pequeña muestra de nuestras variedades predilectas:
 
Mozzarella, tomates disecados, aceitunas verdes, hongos shitake, pimientas varias,  orégano, un chorrito de aceite de oliva.

Mozzarella, brie, hongos, jamón cocido natural, aceitunas negras, alcaparras, rúcula, oliva y pimienta negra.


Otras variedades, menos ostentosas e igual de ricas incluyen, por ejemplo, la de mozzarella, panceta ahumada y huevo (exquisita con un toque de roquefort); o las versiones más frescas con mozarella, tomate, albahaca y ajo picadito... siempre con aceitunas...

¿Qué más decir? Es Sábado. ¿Comemos unas pizzas?

¡Buen fin de semana 🍕🍺!

lunes, 31 de octubre de 2016

Remolacha Enterita: Con Tallos y Hojas

¡Qué lindo es poder utilizar todo lo que los vegetales pueden ofrecer! A veces, por desconocimiento o exceso de vida urbana (la cual slow but steady, va retirando al olvido los conocimientos de la tierra), no aprovechamos los productos naturales en su totalidad. Uno de los casos más comunes es el de la remolacha.

Solía, como tanta gente, comprar la remolacha sin sus tallos y hojas para consumir simplemente los tubérculos. Pero claro, me estaba perdiendo la maravillosa posibilidad de disfrutar del resto de la planta.

Los tallos y las hojas de la remolacha, no solo son bellos, coloridos y exuberantes, sino que también son deliciosos y muy abundantes. Un puñado de tubérculos para una ensalada nos brinda a su vez, por ejemplo, un salteado de verduras al ajo y crema para acompañar una carne o una milanesa; y una tarta de verduras con cebollitas, y mozzarella. ¿Bastante impresionante, no? Dos guarniciones y un plato de un simple puñado de tubérculos.

Los invito a ampliar la mirada y a probar todo lo que la naturaleza nos brinda con total generosidad. Aprendamos de esta generosidad y no les negemos a nuestros hijos la posibilidad de degustar, alimentarse y disfrutar de lo natural.

May you have a happy, healthy life!🏡

viernes, 28 de octubre de 2016

El Encanto del Chutney

Si bien no es la temporada que elijo para preparalo, sí es uno de los mejores momentos del año para comerlo: ¡Chutney!

El chutney es una de las delicias con sabor a oriente que se disfruta en el mundo anglosajón. La irresistible combinación del agrio y el dulce, sumado a las incomparables fragancias de las especias provenientes de la lejana "jewel of the crown", dan como resultado esta maravilla.

El chutney combina ciertos ingredientes básicos, los cuales le dan su carácter fundamental, pero a su vez, las variedades son infinitas. La idea es combinar ingredientes dulces como el azúcar y la fruta; ingredientes agrios como el vinagre y algún vegetal; y las especias fragorosas que le dan el toque mágico y especial a esta salsa. A partir de esta premisa básica, se puede jugar y combinar ingredientes hasta el hartazgo. Hay vastas variedades de azúcares, frutas, vegetales, vinagres e infinidad de especias para maridar hasta dar en la tecla y crear la poción que logre hechizar nuestros platos. Y si uno no es lo suficientemente creativo o intrépido como para intentarlo, hay tanta cantidad de recetas de chutney en el planeta como estrellas en el firmamento.


He visto, olfateado y degustado las variedades más inverosímiles de chutney. ¿Dónde? En un reducto en medio de un bosque de montaña, en uno de los lugares más bellos de este país: La Cumbre, en la Provincia de Córdoba. Fue en un viaje en familia. Fue un viaje especial.

¿Pero, qué platos podemos aderezar con chutney? Distintos tipos de carnes reciben con gratitud un buen chutney. Hay quienes lo usan de otras maneras, pero para mí, ésta es la mejor. Ni hablar de un sandwinch "gourmet": elegir un pan especial, un buen corte de carne en el punto que más nos guste, y una generosa cantidad de chutney... mmm... ¡Qué tentación!


También la preparación de esta salsa tiene un encanto muy particular: se despiertan todos los sentidos, en especial, el olfativo. Aromas altamente penetrantes son los que van a brotar de botellas y frascos para fundirse en esta delicia que irá a la alacena y revivirá nuestros platos durante todo el año (o lo que dure el frasco).

Aquí les dejo una receta del Tomato Chutney de Malcolm Hillier que les prometo sale perfecta.

Tomato Chutney

Picar y freir 450g de cebollas y 3 dientes de ajo. Agregar una cucharadita de chili en polvo (yo suelo agregarle ají molido en lugar de chilli), 1 cucharada de clavo de olor molido, y 2 cucharadas de mostaza disecada. Agreagar 2 kg de tomates (para mi los perita son los óptimos) blanqueados, pelados y cubeteados. Incorporar 350gs de azúcar, 400ml de vinagre de vino, 30 hojas de albahaca picadas y sal a gusto. Llevar a un hervor suave durante 50 minutos. Enfrascar y dejar reposar 2 meses antes de consumir.

Tal y como mencioné al principio, el chutney es ideal para acompañar carnes, pero... les cuento, entre nos, que me encanta de tanto en tanto un buen bowl de polenta con éste incomparable chutney de tomate.

Y bueno... sobre gustos...

Have a great, sunny weekend🌞!

viernes, 14 de octubre de 2016

Viernes: Cena Para Dos.

"¡Salud! Empecemos el fin de semana." Estas fueron las palabras que abrieron el brindis de Viernes por la noche. Dos extraordinarios copones de Syrah y un plato que no existió en ningún lugar jamás más que aquí, delante de mis ojos.

Viernes por la noche y me pongo a escribir un rato. Me gusta lo que voy creando y decido que va a ser publicado prontamente. Pero... en la cocina, alguien más está creando... Me levanto confiada y contenta a mostrarle a Pablo mi primer draft y me encuentro con que la cena está lista. Cuando vi lo que había preparado, atrás quedaron mis ganas de publicar aquel artículo "divino"...

Sencillez es una palabra que lo define perfectamente. Este es un plato sencillo. Aunque lo sencillo suene a "simplón", definitivamente no lo es. La cocina de nuestro hogar cuenta con ciertos alimentos que nos resultan infaltables y que, combinados con enorme gracia, se transforman en delicadezas de soberbia exquisitez.  

"Salteado Piamontés", lo bautizó. Sencillo. Soberbio.

Salteó cebolla, morrón, dientes de ajo enteros, hongos. Agregó tres huevos enteros, para que su yema quedara chorreante al tacto del utensilio. Una rodaja de queso provolone, bien derretido por encima. Luego, pimienta negra recién molida y pimentón ahumado. Así, de la sartén. Dos tenedores.

Cena para dos. Sencilla y soberbia a la vez.


"¡Salud! Empecemos el fin de semana" 🍴🍷🍴🍷.

martes, 11 de octubre de 2016

Tesoro Patagónico

Desde los ríos y lagos fríos y azules brota a borbotones, como de una vertiente imaginaria, uno de los tesoros de oro, de plata, de todos los colores del arcoiris y rosadísimo interior, el pez más exquisito que la madre Natura pudiera brindar: La Trucha.


La trucha es un pescado de sabor y encanto indiscutido. Desde su color extravagante hasta su tierna firmeza. Ahumado, al horno o asado, es un pescado que siempre sabe bien y que inevitablemente nos transporta a la exuberante Patagonia: ésta Patagonia nuestra que solo nos ofrece lo mejor. Lejos, muy lejos de aquel paraíso terrenal que este alimento evoca, aquí, en Fátima, también lo preparamos.

Trucha a la Manteca con Alcaparras


Para prepararla, abrimos la trucha y la colocamos en una asadera. Condimentamos con un poco de sal marina. Añadimos un chorro de aceite de oliva y pedacitos de manteca. Luego agregar pimienta a gusto. Les recomiendo la pimienta negra recién molida o un mix de pimientas de varias clases que queda muy fragante. Llevar a horno fuerte, tapada con papel de aluminio. Se cocina en muy poco tiempo (20-25 minutos). Al retirar, agregar las alcaparras y listo.



Mmm... ¿Qué más se puede decir? El resultado está a la vista...

Año 2005. Lago Paimun. Volcán Lanin de fondo.
Trucha de 3 kg (según el pescador). 
A disfrutar de la primavera y de la frescura de sus platos 🌄



martes, 4 de octubre de 2016

La Cocina y el 7mo Arte

Además de cocinar y comer, uno puede disfrutar de la vida culinaria a través del universo cinematográfico. Hay una buena cantidad de films que devoro incansable una y otra vez y en cada uno de ellos encuentro un enorme gozo por estar dedicados a la cocina.

Sus platillos, la decoración, los escenarios, sus personajes, todos dejan una marca inolvidable en mi. Si tuviera que hacer una lista rápida de películas donde la comida es protagonista, no podría dejar afuera "Rattatouille", mi soul-mate, el incomprendido Remy, vive la cocina con la misma pasión que yo.  "Julie & Julia"... ¡Qué deleite esas cocinas francesas del siglo pasado!. "Los Soprano", su sangre italiana no podía dejar la buena comida afuera ni siquiera después de "encargarse" de algún matón... Esa croisant rellena de chocolate preparada de madrugada en la soñada panadería de Merryl Streep en "It's Complicated!"... simplemente imborrable! La pasión en su máxima expresión en "Como Agua para Chocolate". La francesa y desopilante "El Chef". La conmovedora "No Reservations". La lujosa vajilla y los deliciosos platillos danzarines en "Beauty and the Beast". La mágica y tentadora "Chocolat". El "inolvidable" banquete en "The Party". El gozo y regocijo a través de la comida en "Eat, Pray, Love".

Y así puedo seguir... soñando el arte culinario a través del 7mo arte, que no escatima y demuestra una y otra vez que la vida transcurre, de alguna u otra manera, alrededor de una mesa.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

¡Frutillas!

¡Siiiii! ¡Llegó la primavera! Charlando y reflexionando con amigas, una de ellas nos hizo pensar en el enorme privilegio que representa poder ser testigos de cada cambio de estación....

En mi caso, siento que el andar hacia la primavera es de lo más extraordinario. Todo, absolutamente todo se prepara para estallar en exultante belleza fértil. La primavera nos recuerda que la vida se renueva a como dé lugar. Ella nos rebautiza con su exuberante derroche de vida, que brota a borbotones de capullos, brotes y ramas por doquier.

Si tengo que elegir un símbolo de la llegada de la primavera, elijo, sin duda alguna, las frutillas. Las frutillas son, de por sí, visualmente tentadoras, fragantes, y ni hablar de lo que sucede al morder y probar su jugoso sabor... Apenas aparecen en el mercado, no dejamos pasar un día sin deleitarnos con estos bocados frescos y con gusto a primavera.

Aquí les muestro lo que preparé para darle la bienvenida a la época más hermosa del año:

Ensalada de Frutas Especial con Crema:

Frutillas, arándanos, peras y bananas; un poco de azúcar; el jugo de una naranja; y crema batida a medio punto con azúcar y esencia de vainilla... ¡No existe una combinación de frutas tan naturalmente exquisita como ésta!



Mermelada de Frutillas:

Lavar y cortar las frutillas en trozos pequeños. Colocar capas de frutillas y azúcar de manera alternada. Llevar a la heladera durante la noche. Al día siguiente, llevar al fuego hasta llegar al punto justo. También le agregué una pera pelada y cubeteada, y un chorrito de esencia de vainilla al momento de llevar al fuego. (para más detalles de cómo preparar mermelada, ver "Special Spicy Marmalade")




Shot de Limoncello con Frutillas y Arándanos:

Enfriar el limoncelo y servir con arándanos y una frutilla fileteada. Ideal para después de comer.


Es hora de volver a probar los frutos dulces de esta estación, y de llenar la casa de flores...


¡Feliz Primavera!



sábado, 17 de septiembre de 2016

Guiso de Lentejas: El Último de Esta Temporada

El guiso de lentejas suele ser mi primer guiso de cada temporada y esta vez parece que además va a ser el último. ¡Cómo me gusta preparar este guisito! Es sin dudas de mis predilectos.

Con el correr del tiempo, algunas de mis recetas fueron mutando, y ésta es una de ellas. De cualquier manera, las lentejas son bastante versátiles y aceptan más de una versión, si es que algún ingrediente faltara.

Cuando preparo lentejas, lo hago en grandes cantidades para poder, así, disfrutarlas en dos tandas. En un anochecer de viento enloquecido, de postigos que se cierran y se abren indecisos, de álamos que se pandean con frenesí y de pinos que sacuden, furiosos, sus melenas, tal y como sucedió esta semana, es fantástico abrir el freezer y encontrar un buen guiso de lentejas listo para comer. ¡Qué sensación de gratitud y bienestar impagables!

Este guiso contiene:
Carnes:
Panceta ahumada, chorizos, roast beef, pechito de cerdo y chorizo colorado.


Vegetales:
500gs de lentejas remojadas por 8 horas, 1 litro de puré de tomates, 2 cebollas, algunos dientes de ajo, medio morrón, papa y batata.
Condimentos:
Sal, pimienta, pimentón ahumado, comino (una pizca), orégano, tomillo, laurel y azúcar.
Líquidos:
Agua o caldo, vino tinto a gusto, aceite (un chorrito).

Desgrasar las carnes (dejar afuera el chorizo colorado) y sellar. Retirarlas de la olla y descartar la grasa. Rehogar la cebolla, el morrón y el ajo, junto con el laurel. Agregar el tomate, las lentejas, las carnes y el corizo colorado. Luego, pelar y cortar las hortalizas. Agregar a la olla con el liquido que haga falta para la cocción de las papas y batatas.

Llenar la pancita con este plato suculento y tan nuestro, meterse en la camita pipones, mientras afuera... y... ¡Afuera se vuela todo!

Que tengan un muy lindo fin de semana🍻.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Lamb Chops

Of course, un clásico de la cocina británica. Lamb chops o costeletas de cordero son habituales en la dieta de las islas. Son muy fáciles de preparar y además se hacen rapidísimo.


Para los británicos, las hierbas aromáticas son infaltables en la cocina. Si bien sus menús suelen ser sencillos, las hierbas aromáticas siempre están presentes para realzar aroma, color y sabor. Toda su comida, tanto la dulce como la salada, tiene la fragancia penetrante y distintiva de sus hierbas y especias. Creo que las hierbas y especias son el sello distintivo de sus platos.

Tanto para las costeletas como para la guarnición, usamos 2 de las hierbas del gusto británico por excelencia: romero y salvia. Rosemary and sage. Ambas son aromáticas de gran personalidad. Si se las emplea con mesura, resultan el toque infalible para ciertas comidas, pero si uno se entusiasma demasiado con la sazón, resultan irremediablemente invasivas y anulan el resto de los sabores. El romero y la salvia son plantas vistosas que alegran los jardines con carácter más bien silvestre, tal y como suelen ser los cottage gardens tan emblemáticos de Inglaterra.


En esta ocasión, utilizamos romero para las costeletas de cordero y salvia para la guarnición de papas y cebollas a la crema. Cabe destacar que la papa es una enorme protagonista de la comida de las islas británicas desde su llegada al viejo continente. Mejor dicho, desde que descubrieron que no era un extraño ornamento, sino un alimento precioso y vital, ideal para alimentar a las masas. Y la historia demuestra que en tiempo de escasez de este alimento, terminó por costarle la vida a millones de personas.

Como a nosotros nos encanta cocinar en la olla de hierro, allí es donde preparamos the lamb chops. La guarnición, al horno. Esta última lleva mucho más tiempo de cocción y por lo tanto, debemos empezar por ahí.

Papas y cebollas a la crema:
Cubrir una asadera con papel manteca. Colocar una capa de papas cortadas finitas, salpimentar, colocar una capa de cebollas y dientes de ajo fileteados, ajustar la sazón agregar unas hojitas de salvia. Agregar un buen chorro de crema y pedacitos de manteca. Esto va al horno hasta que esté todo tierno y doradito.


Lamb chops:
En este caso usamos unas costeletas pequeñitas, de animal chico. Sellar en aceite en la olla de hierro, salpimentar, agregar un poco de pimentón, un par de dientes de ajo, romero, un chorrito de brandy y caldo de carne. Una vez que reducen los líquidos, ya está listo. Para espesar y hacer gravy con el líquido restante, agregar una cucharadita de fécula de maíz bien disuelta.


 Y mientras se hace la comida, yo sueño con jardines silvestres, y los dibujo...


Have a beautiful week!

domingo, 28 de agosto de 2016

Noche de Soufflé

Los platos elaborados se distinguen por su sabor o aroma particular, pero muchas veces se destacan por su textura.

De eso se trata el soufflé: ¡pura textura espumosa! (lo cual no significa que sea pura espuma).

Tanto el soufflé como el mousse son delicadezas que ofrecen una sensación etérea en la boca... Son, sin duda alguna, bocados de suavecísimo placer.

Es noche de lunes y, sin embargo, pensamos deleitarnos con sabores y sensaciones sublimes. ¿Por qué no? El lunes puede incluir una cena especial y brindarle al comienzo de semana un poco de sal y pimienta extra y, así, extender la dicha del fin de semana que nos dejó.

It's settled: Norma Gioconda, quien hoy nos acompaña, presenta su soufflé de espinacas y yo un pudding de queso irlandés cuya textura es absolutamente reminiscente a la del soufflé. Todo suena complejo, pero la verdad es que no lo es. De hecho, es un excelente menú de lunes.

Comienza la danza de la cocina. Nos paseamos con ingredientes y utensilios, y en cuestión de minutos ya está cada una en su mundo, elaborando tranquilas y felices los platos que ofreceremos, orgullosas, a nuestra familia. Como siempre, suena una radio y de fondo se cuelan las voces y el tenue bullicio del resto de la casa.

Les cuento cómo cada una preparó su plato.

                                                                         🍯

Soufflé de Espinaca:

Rehogar una cebolla y dos dientes de ajo. Picar la espinaca (dos atados) previamente blanqueada y agregar a la sartén. Condimentar con sal, nuez moscada y azúcar. Agregar un poquito de harina y leche para una textura más cremosa.  Retirar del fuego y adicionar 4 yemas y queso rallado a gusto. Batir 4 claras a nieve y agregar a la preparación cuando esté ya a temperatura ambiente. Realizar este paso de manera envolvente para que las claras no pierdan su efecto. Llevar a horno alto por media hora.

Así queda la mezcla antes de agregar las claras

Esponjoso...

Pudding de queso irlandés:

Retirar los bordes de 8 rebanadas de pan lactal y cortarlos en trángulos. Untar 8 de los triángulos con manteca, adicionar 130gs  queso cheddar y cerrar con los triángulos restantes formando así 8 sandwiches. Colocar los sandwiches semi superpuestos en una fuente para horno enmantecada. Batir 4 huevos con una taza de caldo de verduras y 1/2 taza de crema.  Verter sobre los sandwiches, asegurándonos de empapar bien el pan. Adicionar 20 gs de queso cheddar por encima. A mi me gusta también espolvorearle queso parmesano rallado y pimienta negra. Dejar reposar por media hora y luego llevar a horno suave por 30 minutos. Esta receta riquísima la saqué de un libro de cocina irlandesa de Anne Wilson, muy recomendable.

Recién salido del horno


A piece of heaven... ¡Qué ricos y qué bien que nos sientan estos bocados de cielo un lunes a la noche!

¡Buena semana🌟!

viernes, 19 de agosto de 2016

La Olla y el Hogar

Hoy ofrezco la receta de una comida que grita "¡HOGAR!" por donde se la mire (o se la pruebe). Es un alimento que ni bien se degusta, nos transporta de inmediato a la niñez. En mi caso, no lo comía en mi casa, pero sí en lo de mi amiga del alma. Recuerdos inolvidables de una gran mesa italiana y familiar en la cocina (el corazón de esa casa). Mmmm... ese olorcito a guiso calentito y sanador... Esa comida que se cuece en grandes ollas para la gran "famiglia unita" se llama MONDONGO. Sí, mondongo. Y el mondongo muy bien hecho es digno de un buen apetito invernal.

Este es un alimento que suele tener mala fama, muchas veces por no estar bien cocido, o por estar cortado en trozos de tamaño brusco. Pero en realidad, es un plato sano y muy, pero muy rico, siempre y cuando sea preparado con tiempo, dedicación y cariño.

En casa, la encargada de este plato es la abuela Norma Gioconda, quien nos deleita una o dos veces por año con este guisito con sabor a hogar.

Les cuento la receta:

Poner el mondongo en remojo durante la noche. Al día siguiente, cortar en trocitos pequeños y hervir un buen rato con unas hojitas de laurel y un poco de sal. Escurrir en colador hasta la hora de preparar el guiso.



El guisito:

Rehogar cebolla, ajo, morrón y panceta ahumada. Agregar puré de tomates, Sazonar con sal, pimienta, azúcar y orégano. Agregar un buen chorro de vino tinto. Luego agregar zanahorias en rodajas y chorizos (previamente desgrasados) cortados en mitades. Adicionar después el mondongo y chorizo colorado cortado en rodajitas. Finalmente, agregar papas y batatas trozadas. Agregar caldo de verduras para que haya suficiente líquido en la cocción. Una vez que reduce el líquido y todo está tierno, agregar garbanzos cocidos. Dejar reposar para que todos los ingredientes se fundan y compartan su sabor.

A la hora de comer, preparar una linda mesa en la cocina y sentarse todos juntos a compartir este guiso especial, que no deja de gritar "¡HOGAR!".

En olla de hierro, ideal para hacer una buena cantidad
¡A apurarse antes de que el invierno se vaya!

Buen guiso y buen fin de semana.